....que manera de sufrir....Ya no solo nos parecemos cada vez mas a los colchoneros en la forma de jugar. También podemos hacer uso de su himno extraoficial como propio. Y es que estos chavales van a conseguir que al final nos de un vuelco la patata, y no es lo adecuado que ya estamos en edades peligrosas.
Al menos lo que no hemos heredado aún es la etiqueta del Pupas, porque seguimos teniendo la flor en el culo que tienen sus vecinos merengones. Ya solo nos falta contar con la ayuda del árbitro todos los partidos para tener el pack completo.
Otro partido más, y van..., en que sufrimos como perros y no es que porque no tuviéramos un montón de ocasiones, ganas de ganar, etc, etc....pero cuando es día de no, es que no.
Antes de empezar pintaba bien. El Moraza, aunque equipo de calidad y con buen fútbol, no se jugaba nada, y no se preveía que fuera a dar demasiada guerra. Su alineación inicial no hacía más que corroborarlo, un equipo con bastante gente joven en apariencia, pensando ya en foguearlos para el año que viene.
Pero nos encontramos con una de las peores versiones del Ibarsusi, la 3.1, esa que tiene un monton de ocasiones, que no se concretan por una falta de decisión o inteligencia en el remate final, y que a medida que se van acumulando sin concretarse, lo único que consiguen es poner nerviosos a jugadores y a afición. La primera, muy clara, en el minuto inicial, a la que siguieron un rosario de ocasiones falladas.
La cosa se complica cuando en una primera aproximación del equipo contrario, nos pitan un penalty, de estos discutibles pero pitables (que fue primero, balón o jugador?), y ya toca la epica, el remar contra el marcador en contra, algo a lo que no estamos acostumbrados.
Lo dejamos para la segunda parte, contra la portería de vestuarios con la que debemos sentirnos a gusto, porque el fondo norte con su fondo verde nos confunde, nunca estamos bien atacando esa portería.
Y se empata, pronto, al poco de empezar la segunda parte, tirando del grupo, todos a una, aprovechando la diferencia de altura y cuerpo en un córner. Menos mal, porque alguno ya se veía en la grada quitándose los calcetines, después de acabar con las uñas de las manos.
Y con tiempo por delante,y cuando parecía que lo difícil estaba hecho, volvemos a enredarnos con gilicorners y gilijugadas sin aprovechar la diferencia de físico. Y este empieza a faltar, la gente no llega, no está fresca, y las ocasiones ya no se desperdician porque llegan con cuentagotas. Se masca la tragedia. Menos mal que al final, con vuelta a los orígenes, a jugar a lo que sabemos y podemos, con un córner en condiciones y con cuatro tíos al remate, la bolita que no había querido entrar en toda la mañana, entra, por fin ....minuto 88, delirio en la grada y montonera en el campo entre jugadores y cuerpo técnico,, pulso bajando de 160 a 130 (...todavía queda partido), desfibriladores a su estuche,...
Diossss
Qué manera de aguantar, qué manera de crecer, qué manera de sentir, qué manera de soñar, qué manera de aprender, qué manera de sufrir, qué manera de palmar, qué manera de vencer, qué manera de morir,
Y ahora a por la penúltima, a por el Ugao, un equipo en posición de descenso, al que no le faltará motivación, aunque lo tiene muy complicado. Por ello será vital marcar diferencias pronto, nos tranquilizara a nosotros y les dejara resignados a ellos.
Y ánimo, que este domingo, si o si, nos sacamos la foto....
Aúpa IBAR!!!!!